Un sábado 2 de junio, 9 aventurer@s, salieron de Coatzacoalcos, Ver., rumbo al Volcán del Chichonal. Un nuevo reto, nuevos amigos, nuevos caminos, el mismo objetivo, conocer a uno de los volcanes activos muy cercanos a nosotros.
El día 2 de junio, fue una travesía de conocimiento, recorridos de caminos sin destino y al final del día, entre pregunta y pregunta, poblado y poblado, ruta y ruta, localizar la manera mas efectiva de subir al volcán, un caserío a las faldas del volcán, en el Ejido del mismo nombre, ahí con la hospitalidad típica de nuestros compatriotas, se estableció el campamento para pernoctar, cansados, con hambre pero con una convicción y ánimos que se desbordaban por conocer un camino, nuevo para nosotros.
Con una noche estrellada, luciérnagas, cocuyos y una luna llena, que iluminaba el campo, nos conocimos los 9 integrantes de una expedición, de novatos, intermedios y avanzados. Con la simplicidad y la riqueza que da el ser y estar en contacto con la naturaleza.
3 de junio, 8:00 am, salimos rumbo al volcán, nuestro guía, Marcos, un jovencito de 10 años, que conoce el camino y que lo recorre por lo menos cada fin de semana cuando no hay vacaciones de escuelas y diario cuando los turistas, como nosotros, desean subir al Chichonal.
A las 12:00 hrs, habíamos llegado a la cumbre del volcán, pero faltaba un reto mas, bajar al cráter, de un volcán activo, sentir su fuerza y retarnos nuevamente.
Así ante este reto, solo bajamos siete de los nueve, el paisaje con un descenso muy pronunciado, no fue tan difícil, observando algunas fumarolas de azufre por todo el descenso, con el olor característico de huevo podrido (sulfhídrico), piedras muy calientes, rocas y grava suelta.
Al llegar al cráter lago de aguas hervientes y sulfurosas, semejaban el estar en otro planeta, o como lo comentaron los expedicionarios, ver un documental en vivo, rocas de diferentes texturas, formas y colores, y ahí la magnificencia de la naturaleza ante un pequeño grupo de aventureros.
Al rededor de la las 16:00 hrs. el regreso, que nos llevo dos horas de ascenso, por una pendiente que en sus últimos 30 metros se hacían interminables.
El paisaje y el esfuerzo, fue único para cada uno, la vista y la convivencia de primera, ahora, el clima benévolo, la tarde se nublo, de tal suerte que el descenso fue con una temperatura agradable, un camino para admirar y disfrutar.
A las 18:00 hrs, llegamos al campamento, a desarmar y empacar para iniciar el regreso, tomando camino a las 19:00 hrs.
Para todos una salida excelente, con el único sentimiento, regresar lo mas pronto posible.
Con una noche estrellada, luciérnagas, cocuyos y una luna llena, que iluminaba el campo, nos conocimos los 9 integrantes de una expedición, de novatos, intermedios y avanzados. Con la simplicidad y la riqueza que da el ser y estar en contacto con la naturaleza.
3 de junio, 8:00 am, salimos rumbo al volcán, nuestro guía, Marcos, un jovencito de 10 años, que conoce el camino y que lo recorre por lo menos cada fin de semana cuando no hay vacaciones de escuelas y diario cuando los turistas, como nosotros, desean subir al Chichonal.
A las 12:00 hrs, habíamos llegado a la cumbre del volcán, pero faltaba un reto mas, bajar al cráter, de un volcán activo, sentir su fuerza y retarnos nuevamente.
Así ante este reto, solo bajamos siete de los nueve, el paisaje con un descenso muy pronunciado, no fue tan difícil, observando algunas fumarolas de azufre por todo el descenso, con el olor característico de huevo podrido (sulfhídrico), piedras muy calientes, rocas y grava suelta.
Al llegar al cráter lago de aguas hervientes y sulfurosas, semejaban el estar en otro planeta, o como lo comentaron los expedicionarios, ver un documental en vivo, rocas de diferentes texturas, formas y colores, y ahí la magnificencia de la naturaleza ante un pequeño grupo de aventureros.
Al rededor de la las 16:00 hrs. el regreso, que nos llevo dos horas de ascenso, por una pendiente que en sus últimos 30 metros se hacían interminables.
El paisaje y el esfuerzo, fue único para cada uno, la vista y la convivencia de primera, ahora, el clima benévolo, la tarde se nublo, de tal suerte que el descenso fue con una temperatura agradable, un camino para admirar y disfrutar.
A las 18:00 hrs, llegamos al campamento, a desarmar y empacar para iniciar el regreso, tomando camino a las 19:00 hrs.
Para todos una salida excelente, con el único sentimiento, regresar lo mas pronto posible.
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